domingo, 27 de maio de 2018








La mitología del siglo XXI

El término mujeres un vocablo cuyo significado es el de designar al individuo hembra de la especie humana, lo que se vino a llamar el sexo débil, vinculado a virtudes tales como la amabilidad, bondad, dulzura, ternura, belleza, fragilidad, y a un sinfín de cualidades blandas con las que desde tiempos inmemoriales se le identifica.

No es mi pretensión, sin embargo, desarrollar aquí una tesis filológica, sino más bien llamar la atención sobre la terrible carga que las mujeres llevamos sobre nuestras espaldas. Pero no es ese su único contenido, pues, mujertambién denota indocilidad y rebeldía.

En los últimos años, un gran número de personas se ha vinculado al movimiento feminista, que se ha propagado de manera exponencial gracias a campañas como las de #MeeToo. Gracias a esta moda se han vuelto a leer textos clásicos de Simone de Beauvoir, Virginia Woolf o Judith Butler, se han rescatado biografías olvidadas de mujeres valientes y se ha revitalizado la crítica literaria con perspectiva de género. El discurso feminista actual de mujer empoderada, dueña de su cuerpo, libre y poderosa cabe en escasos 140 caracteres pero en ocasiones, tras la tenue apariencia de igualdad se esconde aún un drama que nada tiene que ver con la libertad, autonomía e independencia.

Pongamos un ejemplo:
Titular: La celebrity tal, sorprende en el acto cual vestida con un atuendo que deja poco a la imaginación.”
Lo siguiente que vemos es cómo las redes se incendian con comentarios tanto del bando machista (slut-shaming, mira qué obscena, cómo se le ocurre salir así a la calle) como de personas autoproclamadas como feministas(promueve la imagen de mujer-objeto, que es muy normativa, que es algo muy problemático..) En conclusión, dicha celebrity perdió la batalla en el momento en que puso un pie fuera de su casa, porque cualquier argumento que pueda ofrecer por si misma, va a ser rebatido por alguno de estos dos bandos.

Me gustaría analizar ambos ataques: por un lado el ataque machista que, desde mi punto de vista, es el más básico de los dos, pues se basa en una percepción sexual, sin atender a la belleza de el cuerpo humano en términos de geometría, un todo de proporciones armónicas que dan lugar a un ser,. Por otro lado, el ataque “feminista” el cual me provoca aun más sorpresa y rechazo que el primero, pues resulta increíble lo hipócritas que pueden ser algunos de los considerados “statements” feministas para con el movimiento.

Durante las ultimas décadas, la cultura pop nos ha ofrecido, a través de múltiples medios de comunicación, imágenes de mujeres icónicas y poderosas que han llevado vestidos y trajes igual de icónicos y que más tarde se han convertido en figuras de referencia y han nutrido todo un imaginario de la moda y la cultura de nuestro tiempo.
Sin ir más lejos, Marylin Monroe, una de las actrices más exitosas de Hollywood en su papel de Con faldas y a lo loco, icono pop por excelencia y que ha inspirado una de las mejores obras de Andy Warhol. O Britney Spears, princesa del pop por antonomasia, con millones de discos vendidos y voz de toda una generación en su videoclip Toxic. También Kim Kardashian, la empresaria que más dinero ha ganado en menos tiempo de la historia, que ha vuelto locos a todos los economistas del mundo y ha salido varias veces en la revista Forbes. O Nicky Minaj, autora de los álbumes de rap femenino más vendidos de la historia mostrando un pecho en la Fashion Week de París, inspirada por un cuadro de Picasso.
En la época de los antiguos griegos y romanos, los mitos y leyendas hablaban de unas criaturas llamadas Ninfas que fueron consideradas como las dueñas y protectoras de la naturaleza. Eran doncellas que habitan en la campiña, el bosque y las aguas y normalmente se las encontraba en grutas donde se entretenían cantando y bailando. Eran poderosas, despiadadas, bellas, libres e inmortales, hacían lo que les daba la gana y no respondían ante ninguna figura superior y dominante por encima de ellas que les dijera lo que tenían que hacer.

¿Qué ocurre entonces? Ocurre que para mi las mujeres del mundo celebrity del siglo XXI son las ninfas de nuestro tiempo, son mi mitología, porque son mujeres que van donde quieren, hacen y deshacen a su gusto y por tanto, no tiene ninguna sentido seguir hablando y escribiendo de cómo van vestidas cuando son mujeres increíbles e inspiradoras que sirven de ejemplo para muchas otras mujeres y niñas, cuando eso ya supone una responsabilidad titánica por si misma.